Es una mujer que, por su esencia, se considera como una gran realizadora de todo lo que se propone; organizada, optimista y activa. Es ingeniera mecánica de profesión, bailarina por pasión y rotaria por vocación. Su vocación de servicio la ha llevado, desde su época de colegio, a participar activamente en la iglesia y en Rotary International, socia activa de esta ONG a la cual pertenece hace más de once años. En agradecimiento a su propia transformación y crecimiento personal, decide realizar esta contribución para compartir algo de su propia historia y experiencia. En PHVA del corazón descubre que más allá de la ciencia, lo técnico y los títulos, está nuestra consciencia y nuestra esencia, y, lo más importante, nuestro corazón; porque “Lo esencial es invisible a los ojos”.