Descendiente de cuenteros e ingenuos de orgullo infinito, perpetuo testigo de lo que capten sus sentidos, fiel reflejo de un alma inquieta por escuchar historias, comprobar sentimientos, desglosar pensamientos, sumergirse en un mar eterno que abrume, desborde, abrace y disuelva su ser. Testarudo en defender una vida sin protagonismo, porque de ser él aquel de quien se escribe, es difícil compartir por sí mismo su alma disfrazada en metáforas, alegorías o símiles que esconden lo común en todos nosotros, aquello que aterraría a cualquiera y que no permite respirar en su presencia o siquiera ser descrito. Pese a fallar múltiples veces en sus registros, es terco para detenerse y está dispuesto a profundizar a costa de quedarse sin aire, sin fuerza o sin palabras. De momento, ha logrado pequeñas intuiciones en sus cuentos y está convencido de que es posible encontrar claridad en aquellos misterios. Como antiguo director editorial de la revista de filosofía inédita de la Pontificia Universidad Javeriana, Cali, actual psicólogo y futuro filósofo acepta tan arduo desafío de entregarle al mundo un aceptable reflejo de sí mismo que, ojalá, pueda ser un punto de encuentro.