Descripción
Una mano perdida, gatos que hablan, suplantaciones de identidad, vecinos insufribles, muertes enigmáticas, conversaciones con marginales que cambian la vida, entre otras cosas, sitúan a Andrés Pascuas Cano como un narrador que padece la que es tal vez la dolencia más compleja que puede acechar a un escritor: la necesidad de comunicar y, precisamente dejando brotar dicha patología, es que logra forjar para nuestro deleite estos cosmos apócrifos, que no solo enfrentan a individuos con sus enajenadas y adversas individualidades, sino que nos instalan a todos los fantasmas que habitamos este gran cementerio llamado planeta en el centro de la anarquía vital, fragante lugar en el que, siempre, por suerte, todo lo inesperado se hace costumbre.
nueve –
Alucino! Gracias