Descripción
En un pueblo remoto y sin nombre, a mediados del siglo XX, un niño de seis años empieza a ser visitado por los muertos de su familia que le cuentan cómo, huyendo de la violencia, fundaron la aldea. Mientras crece, va dejando registro de las memorias de su familia, que se entremezclan con la historia violenta de mitad de siglo. La tragedia es un signo que, como el agua, siempre encuentra un cauce para volver.
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